Restaurar el mueble, instalar el televisor, arreglar el sonido, configurar la tarjeta gráfica, echar a andar el monedero... todo eso está muy bien, pero aquí hemos venido a jugar, y por ahora no se ha hablado nada de juegos. Este capítulo tratará de eso, de cómo instalamos los juegos.
La mayoría de vosotros, que estáis leyendo este blog, conocéis el MAME. A aquellos despistados que no saben de lo que hablo les diré que el MAME es un emulador de máquinas recreativas. Eso quiere decir que sirve para poder jugar cómodamente en tu ordenador a los juegos que fueron creados para máquinas recreativas. La principal ventaja es que no tienes por qué conformarte con unos pocos juegos puesto que la gran mayoría de ellos se encuentran al alcance de tu mano. Estamos hablando de, literalmente, miles de juegos.
Los juegos de las máquinas recreativas originales eran placas electrónicas que se conectaban a una ranura especial. Estas placas tenían un tamaño considerable, parecido a la placa madre de un ordenador personal. Cuando empezamos nuestro proyecto decidimos que no seríamos tan puristas y en vez de tener una máquina con una sola placa, usaríamos un ordenador donde instalar el MAME y con él algunos miles de juegos.
Después de algunas dudas acerca del sistema operativo a usar, dimos por casualidad con RetrOS, un sistema operativo, basado en Windows XP, que cumplía todas las condiciones necesarias. En realidad se trata de un Windows XP transformado para eliminar las partes que no nos interesan e incluir, a cambio, todas las utilidades que se necesitan.
En el enlace anterior podéis encontrar los detalles, así que no me extenderé mucho. Solo os enumeraré los motivos principales que nos llevaron a elegirlo.
La mayoría de vosotros, que estáis leyendo este blog, conocéis el MAME. A aquellos despistados que no saben de lo que hablo les diré que el MAME es un emulador de máquinas recreativas. Eso quiere decir que sirve para poder jugar cómodamente en tu ordenador a los juegos que fueron creados para máquinas recreativas. La principal ventaja es que no tienes por qué conformarte con unos pocos juegos puesto que la gran mayoría de ellos se encuentran al alcance de tu mano. Estamos hablando de, literalmente, miles de juegos.
Multi Arcade Machine Emulator |
Los juegos de las máquinas recreativas originales eran placas electrónicas que se conectaban a una ranura especial. Estas placas tenían un tamaño considerable, parecido a la placa madre de un ordenador personal. Cuando empezamos nuestro proyecto decidimos que no seríamos tan puristas y en vez de tener una máquina con una sola placa, usaríamos un ordenador donde instalar el MAME y con él algunos miles de juegos.
Todo esto hacía falta para echar una partidita de Arkanoid. |
Después de algunas dudas acerca del sistema operativo a usar, dimos por casualidad con RetrOS, un sistema operativo, basado en Windows XP, que cumplía todas las condiciones necesarias. En realidad se trata de un Windows XP transformado para eliminar las partes que no nos interesan e incluir, a cambio, todas las utilidades que se necesitan.
En el enlace anterior podéis encontrar los detalles, así que no me extenderé mucho. Solo os enumeraré los motivos principales que nos llevaron a elegirlo.
- Está preparado para ocultar que la máquina es en realidad un ordenador con Windows instalado. No es que tenga nada de malo, pero se agradece que, al encender la máquina, no se vea nada que delate que es un Windows. Tiene su propio logo, jamás muestra el escritorio, ni la barra de tareas, ni ningún menú. Nada de nada.
- Tiene instalado el MAME así como varios front-ends. Un front-end es un programa que se usa para mostrar la lista de juegos que hay instalados. Los más básicos solo muestran la lista de juegos y los más avanzados muestran información adicional de cada uno de ellos, como por ejemplo fotos de la máquina original, la portada del juego, una captura de pantalla, etc.
- También incluye varias utilidades para configurar la frecuencia de emisión de la tarjeta gráfica (ya hablamos de ello en el capítulo dedicado al vídeo). Como dijimos, al final no necesitamos estas utilidades.
- Una utilidad llamada Turbo Sheller se encarga de pequeños detalles como por ejemplo ocultar el puntero del ratón o ejecutar directamente un programa sin que tengas que tocar ni una tecla. Esto te permite que, nada más arrancar el sistema operativo, se abra directamente el front-end, con lo que no se necesita ni teclado ni ratón. Esto es un punto muy importante porque si necesitas usar el teclado para poder empezar a jugar a la máquina, la cosa pierde un poco de magia.
En resumen, se puede decir que la casualidad nos llevó a RetrOS y eso hizo que nos ahorrásemos horas y horas de descarga, instalación, prueba y configuración de un montón de aplicaciones e incluso nos descubrió algunas otras que ni siquiera sabíamos que necesitábamos pero que son obligatorias si quieres tener una máquina como Dios manda. Desde aquí mi agradecimiento a nickelo, el padre de RetrOS.
Cabe destacar que el sistema operativo, como he comentado, incluye el MAME perfectamente configurado, pero no incluye ningún juego. Los juegos hay que descargárselos aparte, aunque son realmente fáciles de encontrar. En total, nosotros descargamos alrededor de 4000 juegos. Unos cuantos gigas, sí señor.
Hyperspin, el front-end.
Ya he dicho que RetroOS incluye varios front-ends. Sin embargo, después de probarlos todos no quedamos convencidos con ninguno. Al principio nos decantamos por MaLa, más que nada porque era el menos malo, pero algo nos decía que teníamos que usar otro. De nuevo fue la casualidad la que nos llevó hasta Hyperspin, el más espectacular de los front-ends que he visto. Esto es una cuestión de gustos más que otra cosa. Hay mucha gente a la que no le gusta Hyperspin. A nosotros nos pareció, sencillamente, alucinante.
Hyperspin es un front-end que no solo está pensado para MAME, sino para una lista interminable de emuladores. Como podéis ver en el vídeo, no solo muestra la lista de juegos, sino que para cada uno de ellos crea un decorado completo que incluye un vídeo de demostración, muy útil para buscar aquellos juegos que reconocerías incluso dormido pero del que no recuerdas el nombre. En cuanto vimos la demostración, sabíamos que usaríamos Hyperspin costase lo que costase. Y costó. Costó esfuerzo y dinero.
El programa como tal es completamente gratuito y se puede descargar fácilmente de su web. Sin embargo, la versión que puedes bajarte no incluye ni los vídeos ni los decorados de los juegos, por lo que puede resultar un tanto decepcionante al principio. Es necesario, por tanto, hacerse con todo el paquete para ponerlo a punto.
Los vídeos se pueden descargar de Emumovies, previo pago de algunos dólares. Respecto a los decorados, te los puedes descargar gratis desde la página de Hyperspin, pero con un par de pegas: tienes que descargarlos uno a uno y tienes que esperar unos minutos entre descarga y descarga. Teniendo en cuenta que hay cientos de decorados, descargarlos uno a uno parece una locura. Nosotros, debo confesar, intentamos hacerlo de esa forma. Escribí un script de comandos Unix que se encargaba de ir descargando automáticamente uno a uno. Después de unos días funcionando las 24 horas, logré descargarlos y, mediante otro script conseguí renombrarlos al formato aceptado por Hyperspin. Fueron muchas horas de esfuerzo que al final no se vieron recompensados porque un fallo en mi disco duro hizo que la mayoría de los archivos se corrompieran, por lo que tuvimos que buscar un plan alternativo. ¿Cual fue? Hacer una donación voluntaria a Hyperspin, lo cual te convierte en usuario premium, lo que te da acceso a una cuenta de FTP que te permite descargar cómodamente todos los decorados listos para ser instalados sin mayor problema. A las alturas a las que estábamos, no íbamos a andar racaneando unos euros.
Una vez descargado todo, la instalación y configuración fue pan comido. Lo que nos llevó más tiempo fue la selección los mejores juegos. Moverse en una lista de 4000 títulos puede ser un poco agobiante, así que fuimos revisando uno por uno hasta quedarnos con algunos cientos que marcamos como favoritos. En la elaboración de esta lista de favoritos participaron todos nuestros amigos, cada uno de los cuales nos fue diciendo aquellos juegos que consideraban indispensables. Todos hemos tenido un juego fetiche en nuestra época de recreativos, y este era el momento perfecto para recordarlo.
En definitiva, la combinación RetrOS + MAME + 4000 juegos + Hyperspin configurado al 100% había convertido a un viejo ordenador que llevaba años olvidado en el altillo de un armario en un máquina perfecta, capaz de emular miles de juegos. Si metes ese ordenador en un mueble de máquina recreativa, lo conectas a un televisor mediante un cable que tú mismo has construido (usando para ello una tarjeta gráfica que tú mismo has modificado para que emita a una frecuencia inferior a la habitual), lo conectas a un panel de control que has restaurado y configurado a tu gusto usando unos mandos japoneses replica casi exacta de los usados en la máquina del Pac-man original, lo conectas a un monedero original mediante un cable que tú mismo has construido y que incluye una pieza llamada relé de la que nunca habías oído hablar pero que compraste y soldaste a unos cuantos cables y lo conectas a sus altavoces originales usando el mecanismo sacado a martillazos de unos altavoces que compraste para ser sacrificados, resulta que has convertido un ordenador personal en una espectacular y gloriosa máquina recreativa como las de antes. Y por el camino habrás ayudado a cumplir el sueño de una chica que lo único que quería es poder echarse unas partidas de vez en cuando en el salón de su casa.
Los vídeos se pueden descargar de Emumovies, previo pago de algunos dólares. Respecto a los decorados, te los puedes descargar gratis desde la página de Hyperspin, pero con un par de pegas: tienes que descargarlos uno a uno y tienes que esperar unos minutos entre descarga y descarga. Teniendo en cuenta que hay cientos de decorados, descargarlos uno a uno parece una locura. Nosotros, debo confesar, intentamos hacerlo de esa forma. Escribí un script de comandos Unix que se encargaba de ir descargando automáticamente uno a uno. Después de unos días funcionando las 24 horas, logré descargarlos y, mediante otro script conseguí renombrarlos al formato aceptado por Hyperspin. Fueron muchas horas de esfuerzo que al final no se vieron recompensados porque un fallo en mi disco duro hizo que la mayoría de los archivos se corrompieran, por lo que tuvimos que buscar un plan alternativo. ¿Cual fue? Hacer una donación voluntaria a Hyperspin, lo cual te convierte en usuario premium, lo que te da acceso a una cuenta de FTP que te permite descargar cómodamente todos los decorados listos para ser instalados sin mayor problema. A las alturas a las que estábamos, no íbamos a andar racaneando unos euros.
Una vez descargado todo, la instalación y configuración fue pan comido. Lo que nos llevó más tiempo fue la selección los mejores juegos. Moverse en una lista de 4000 títulos puede ser un poco agobiante, así que fuimos revisando uno por uno hasta quedarnos con algunos cientos que marcamos como favoritos. En la elaboración de esta lista de favoritos participaron todos nuestros amigos, cada uno de los cuales nos fue diciendo aquellos juegos que consideraban indispensables. Todos hemos tenido un juego fetiche en nuestra época de recreativos, y este era el momento perfecto para recordarlo.
En definitiva, la combinación RetrOS + MAME + 4000 juegos + Hyperspin configurado al 100% había convertido a un viejo ordenador que llevaba años olvidado en el altillo de un armario en un máquina perfecta, capaz de emular miles de juegos. Si metes ese ordenador en un mueble de máquina recreativa, lo conectas a un televisor mediante un cable que tú mismo has construido (usando para ello una tarjeta gráfica que tú mismo has modificado para que emita a una frecuencia inferior a la habitual), lo conectas a un panel de control que has restaurado y configurado a tu gusto usando unos mandos japoneses replica casi exacta de los usados en la máquina del Pac-man original, lo conectas a un monedero original mediante un cable que tú mismo has construido y que incluye una pieza llamada relé de la que nunca habías oído hablar pero que compraste y soldaste a unos cuantos cables y lo conectas a sus altavoces originales usando el mecanismo sacado a martillazos de unos altavoces que compraste para ser sacrificados, resulta que has convertido un ordenador personal en una espectacular y gloriosa máquina recreativa como las de antes. Y por el camino habrás ayudado a cumplir el sueño de una chica que lo único que quería es poder echarse unas partidas de vez en cuando en el salón de su casa.
Cuando ves esa sonrisa descubres que el niño que llevamos dentro sigue vivo. |
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